Estados Unidos y China han ajustado repetidamente los plazos arancelarios en 2025 a medida que las negociaciones comerciales se estancaban y se reanudaban. En julio de 2025, el presidente Donald Trump firmó Orden Ejecutiva 14298, Se extiende la pausa arancelaria para los productos chinos por 90 días para evitar un aumento de aranceles. La pausa expiró el 12 de agosto, pero según la orden ejecutiva de la Casa Blanca y el anuncio en la plataforma privada Truth Social del presidente Trump, se decidió extender el plazo por otros 90 días para mantener la tregua arancelaria vigente.
Rondas de negociación y resultados
En 2025, los esfuerzos diplomáticos para aliviar las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China avanzaron a través de una serie de negociaciones importantes.
En mayo, en Ginebra, las primeras conversaciones importantes dieron como resultado una pausa de 90 días en la escalada de aranceles, con Estados Unidos reduciendo los aranceles sobre los productos chinos de 145% a 30% y China reduciendo sus aranceles sobre los productos estadounidenses de 125% a 10%, y acordando también eliminar las contramedidas no arancelarias.
Después de esto, en Londres en junio, las discusiones se centraron en estabilizar la relación comercial y aliviar las restricciones de China a las exportaciones de tierras raras, vitales para las industrias estadounidenses, mientras que Estados Unidos acordó levantar las restricciones a las ventas de etano a los fabricantes chinos, destacando los compromisos de alto nivel que involucraron al Secretario del Tesoro, Scott Bessent, y al Representante Comercial, Jamieson Greer.
En julio, Estocolmo albergó conversaciones que sentaron las bases para futuras negociaciones y abordaron cuestiones como la compra de petróleo ruso e iraní por parte de China y sus ventas de tecnología de doble uso a Rusia.
A medida que la tregua existente se acercaba a su vencimiento, el 11 de agosto de 2025, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva para extender la pausa arancelaria por otros 90 días hasta el 10 de noviembre de 2025, manteniendo los aranceles actuales y una pausa china paralela en los aranceles adicionales, evitando un aumento de los aranceles a medida que se acercaba la fecha límite.
Perspectivas futuras para los plazos arancelarios y la política comercial
A partir del 12 de agosto de 2025, el panorama comercial entre Estados Unidos y China permanecerá en un frágil estado de estabilidad temporal, y ambas naciones acordaron extender la pausa y mantener la tasa arancelaria estándar sobre los productos chinos en 30%, y la tasa propia de China sobre los productos estadounidenses en 10%.
Esta extensión, que expirará en noviembre de 2025, ofrece una ventana crítica para las negociaciones, pero persisten tensiones subyacentes, como las disputas sobre las compras de soja de China y las supuestas violaciones del acuerdo. Si bien la tregua ha evitado escaladas inmediatas (por ejemplo, posibles aranceles 145% de EE. UU. y 125% de China), los desacuerdos estructurales y las presiones políticas internas en ambos países generan incertidumbre sobre las resoluciones a largo plazo. Las cadenas de suministro continúan cambiando hacia Vietnam, India y México a medida que las empresas priorizan la resiliencia, pero la ambigüedad política prolongada corre el riesgo de interrumpir las inversiones estratégicas. La próxima cumbre de la APEC y la fecha límite de noviembre serán cruciales para determinar si esta tregua evoluciona hacia una estabilidad duradera o reaviva el conflicto comercial, con los mercados monitoreando de cerca indicadores como las exportaciones de tierras raras de China y los datos comerciales agrícolas de EE. UU. Se recomienda a los inversores que se cubran contra la volatilidad mientras se diversifican en oportunidades de nearshoring y mercados emergentes.