Estados Unidos ha lanzado una serie de intensos ataques aéreos contra objetivos hutíes en Yemen, tras los repetidos ataques del grupo respaldado por Irán contra buques comerciales y militares en el Mar Rojo. Desde noviembre de 2023, los hutíes han atacado más de 100 buques mercantes con misiles y drones, hundiendo dos buques y matando a cuatro marineros.
Los ataques, ordenados por el presidente Donald Trump, buscan reducir la capacidad de los hutíes para interrumpir el transporte marítimo internacional y restaurar la libertad de navegación. Estados Unidos y sus aliados han estado realizando ataques aéreos desde enero de 2024. En la última campaña, durante el fin de semana del 15 y 16 de marzo de 2025, Estados Unidos realizó alrededor de 47 ataques aéreos contra objetivos hutíes en Yemen.
Los ataques hutíes han tenido un impacto significativo en las rutas marítimas mundiales. Desde que comenzaron los ataques a finales de 2023, las principales navieras han desviado sus buques para evitar el Mar Rojo, lo que ha provocado un volumen históricamente bajo a través del Canal de Suez. En noviembre de 2024, solo 115 buques portacontenedores pasaron por el canal, una disminución de 721 toneladas de contenedores (TP3T) en comparación con el mismo mes de 2023. Se prevé que esta tendencia continúe mientras persistan las tensiones.
El desvío de buques también ha provocado un aumento de los tiempos de tránsito, con retrasos de hasta 14 días en rutas comerciales clave que conectan Asia con Europa y la costa este de EE. UU. El aumento de los tiempos de tránsito y el desvío han añadido costos y complejidad a las cadenas de suministro globales.
El gobierno estadounidense ha declarado que continuará con los ataques hasta que se eliminen las amenazas al transporte marítimo en el Mar Rojo. Sin embargo, los analistas advierten que el conflicto podría intensificarse aún más, ya que los hutíes podrían ampliar sus objetivos para incluir más buques comerciales y la infraestructura petrolera de los países del Golfo Pérsico. Los hutíes ya han atacado infraestructura petrolera en Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.